Saturday, September 27, 2003

CP 6

Gente querida:



Llegó la hora de más crónicas pisburianas. Hoy les presentaremos una nueva sección:



COSAS INSÓLITAS EN USA

- Mi profesora de Phonetics & Phonemics tiene un piercing en la nariz (no me imagino a Mariela Mata "pirciada" o a Romero con un tatuaje -perdón, chiste interno para los de Letras).

- Estábamos en un bus, yendo a un centro comercial, y Hugo vio un pavo en medio de la vía… Sí, un pavo (el pajarraco que se come en Thanksgiving) enorme parado en la mitad de la calle.

- Las ardillas de Pittsburgh son agresivas. Tiran a morder. No es broma.

- Encontramos una leche en el automercado llamada "Deluxe". Es fat-free, pero SABE COMO SI TUVIERA UN 2% DE GRASA. Ya no hallan qué inventar estos gringos.

- Compramos una lechuga, redondita, normal y corriente, hace como un mes. La lechuga sigue en la nevera sin dañarse. No se extrañen si nos sale un hijo con tres ojos.

- En la Biblioteca de Pitt entras con el morral a donde te dé la gana (igual que en la UCAB…), puedes sacar una cantidad ILIMITADA de libros, DVSs, cintas, etc., por UN MES… Cuando -inocentemente- le pregunté a uno de los chamos que trabaja allá cuál era el límite de libros que podía sacar (porque ya tenía 12 o 13 en la casa), el tipo me miró como pensando "¿por qué pregunta esta estupidez?" y no me supo contestar… Tuvo que ir a consultar con otra persona porque NADIE JAMÁS pregunta ese tipo de cosas…

- Estaba de lo más tranquila en mi clase de Intro cuando un gringo que estaba sentado al lado se tiró el eructo más grande y asqueroso que he escuchado en mi vida. ¿Alguien se volteó a verlo? ¿Alguien comentó algo? ¡¡¡NADIE!!!



Bueno, más cosas de este estilo pronto. Por ahora sigo con algunos cuentos.



DE LA ENÉSIMA PERDIDA, ESTA VEZ EN DOWNTOWN, A LAS 9 PM CON TAG EN MANO



Hace como dos semanas, un domingo a eso de las 9 pm estábamos Hugo y yo yendo al Downtown a comer con unos venezolanos de CEMEX que vinieron a hacer unos cursos. No estábamos seguros cuál era el bus que teníamos que agarrar, así que nos montamos en el primero que nos pasó por enfrente. De pronto, se empezó a montar la gente más rara del mundo. Perdonen la insensibilidad, pero parecía una convención de Corkys… Todos nos miraban y se reían. Parecía el mundo bizarro. Asumimos después (después de que nos bajamos despavoridos en cualquier parada) que había alguna escuela de gente especial por ahí, pero les juro que las dos únicas personas "normales" en el autobús éramos Hugo y yo.



Pero, para variar, aquí no termina la historia. Como nos bajamos en una parada al azar, empezamos a caminar como locos por todo el Downtown de Pittsburgh hasta encontrar un taxi (ilusos nosotros…). Pues Pittsburgh no es Nueva York, llena de carritos amarillos. No. Aquí no ves un taxi ni por casualidad (Pepe, en América todos tienen carro). Seguimos caminando como dos pend… hasta que nos metimos en los callejones más oscuros, desiertos y tenebrosos de la ciudad. Cuando por fin nos dimos por vencidos, y regresamos a una de las avenidas principales, había negros sospechosos en todas partes, vimos cómo un tipo llevaba una "mujer de la vida alegre" en su moto. A todas estas, como dice el título de la aventura quijotesca, Hugo cargaba el Tag (sí, el muy oligarca).

Por suerte, como en América no hay delincuencia, llegamos sanos y salvos a nuestra casita, no sin antes haber recorrido en vano medio centro y haber recordado la paranoia caraqueña.

Fin de la historia.



DE LA SEGUNDA PERDIDA EN SCHENLEY PARK, ESTA VEZ DE NOCHE

El sábado pasado estuvimos caminando un poco porque el día estaba precioso. De regreso de un mall, decidimos pasar por casa de Paula (la colombiana) para recogerla y seguir hasta CMU para ver "Buscando a Nemo". Paula no estaba, así que astutamente decidimos seguir caminando hasta CMU por una "nueva ruta". Al avanzar dos cuadras de casa de Paula, caímos en el hoyo negro pisburiano llamado "Schenley Park" (el avisado lector recordará este nombre de la historia del picnic, aquella vez que Hugo y Ceci se perdieron por hora y media en el parque). Pues el condenado parque es taaaaaan grande, que nos volvimos a perder, con la diferencia de que esta vez se hizo de noche y ya no es verano. Ni Hugo ni yo teníamos suéter (andábamos de franelita), y -créanme- cuando aquí se tapa el sol, los mortales nos tullimos. Así que tuvimos que caminar más de una hora hasta que POR FIN encontramos una parada de bus (que tardó media hora más en llegar). Llegamos a CMU, la película estaba por acabarse, por supuesto, y luego cuando intentamos regresar a la casa, el otro autobús se tardó aún más en llegar, mientras nosotros sufríamos de hipotermia en la parada.



Eso es todo por ahora (ya me tengo que ir a Yoga), pero no se pierdan el próximo episodio, donde la Prudente Ceci pone un apropiado ejemplo de connotaciones negativas en el lenguaje y dice "Nigger"… Muy pronto, por este mismo baticanal.

C.

No comments:

Post a Comment